De acuerdo con el ritmo
creciente de tecnocientificación de entornos culturales y naturales, subsisten
dualidades filosóficas tradicionales entre ciencia, tecnología, cultura y
naturaleza. Tales divisiones conceptuales y teóricas han dado paso, a lo largo
de la historia, a separaciones académicas, educativas e institucionales y dan
lugar actualmente a percepciones no sólo de disociación sino también de
oposición entre los ámbitos de la ciencia y la tecnología y los de la cultura y
la naturaleza. Los
distintos avances tecnológicos en la evolución de la humanidad han tenido como
impulso la satisfacción de las necesidades, el aprovechamiento de los recursos
del medio y las observaciones de los fenómenos del medio por ejemplo: la rueda
como elemento para dar pie al automóvil. A nivel
de la evolución tecnológica las distintas generaciones fueron aprendiendo las
técnicas y mejorándolas, resolviendo problemas de la cotidianidad; se dieron
luchas territoriales en las cuales tuvo gran influencia el hombre como ser creativo,
innovador e investigador. Sin embargo, en lo
concerniente a la física, del siglo XVI, sólo queda memoria de aquellos osados
europeos cuya obra permite adivinar un dominio considerable de la ciencia y la
tecnología de su tiempo. Tal es el caso del alemán Henrich Martín quien,
llegado a México en 1589 a la edad de 34 años, tuvo el cargo de Cosmógrafo
Real. Cabe agregar que por esa época la Inquisición imponía serias restricciones
sobre el libre pensamiento al prohibir, la lectura de muchos libros de ciencia.
El Seminario de Minas fue el germen de institucionalización de la física en
México, impartiéndose ahí el primer curso de hidrodinámica de que se tiene
registro, por el minero español don Francisco Bataller quien, además escribió
el primer libro de texto (hecho en México) para la enseñanza de la física. El
primer mexicano en impartir un curso de mecánica newtoniana en el Seminario fue
don Antonio León y Gama en 1794. Al poco tiempo, en 1798 se instala el primer
laboratorio de física, conteniendo un instrumento para medir la aceleración de
la gravedad, un generador electrostático y un telescopio.
Hace más de medio siglo se inició el primer programa de licenciatura en
Física en México (1937) y se creó la primera institución de investigación en el
tema (1938), hoy en día se han logrado avances tan considerables que en la
actualidad ya se cuenta con 43 centros de enseñanza y/o investigación, de las
que han egresado más de 2000 físicos.
Bibliografía:
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